Jugando a las escondidas.

A veces no puedo evitar de mirarte cada vez que pasas a mi lado. Y no lo niego, me gusta ver tu cabello, tu rostro, y sobre todo, tus ojos. Pero al mismo tiempo, me incomoda el solo hecho de saber que eres una persona prohibida. Sobre todo en este mundo tan cruel, donde todo tiene que ser como lo fue hace miles de años. Nadie entenderá esto si lo lee, así que será mejor explicar que... me gusta una mujer. Sí, lo he dicho. Me animé, por fin. Es mi secreto más grande, solo se lo conté a personas que realmente entienden mi situación y que están pasando por lo mismo. Pero esa es otra historia, la cuestión es que no me gusta nadie más y estoy ahrta de sentirme culpable. A veces pienso que alguien me matará solo por sentirlo, o sea no me sorprendería, yo misma me quiero suicidar en este momento. Nunca fui así, solamente quisiera saber qué me cambió. No pido nada más.